El pasado sábado, veinticinco de abril, finalizó el Primer Campeonato Nacional Indígena de Fútbol, allí donde los indígenas de Caldas fueron los ganadores y junto con El Pibe Valderrama se eligió la primera Selección Indígena de Fútbol.

El pasado sábado, veinticinco de abril, finalizó el Primer Campeonato Nacional Indígena de Fútbol, allí donde los indígenas de Caldas fueron los ganadores y junto con El Pibe Valderrama se eligió la primera Selección Indígena de Fútbol; se veía el primer fruto de un proceso de largo aliento en donde líderes indígenas y  diferentes actores, comprometidos con las juventudes del país concretaban oportunidades para deportistas de diferentes puntos de la geografía nacional, que ahora encontrarán en el deporte la posibilidad de potenciar sus habilidades y construir país sin dañar al otro.

Pero de dónde salió este proceso, cómo lo lograron, por qué en la primera Selección indígena hay jóvenes de lugares tan apartados como Vichada y Amazonía. Este proceso es otra conquista del movimiento indígena que desde hace varias décadas viene en un trabajo organizativo para reivindicar sus derechos, articular al interior del Estado y generar oportunidades para todos y todas las indígenas.

Quien no conoce la lucha de los indígenas y apenas oye del evento podrá pensar de manera desprevenida que fue un evento organizado por el Gobierno, pero antes de entrar en movimiento el balón se hicieron muchas jugadas en equipo que llevaron al torneo.

Para no extenderse tanto en el tiempo, se puede decir que previo a este torneo en las canchas se han jugado muchos partidos en el escenario político nacional. Los pueblos indígenas, antes de la constituyente, eran nombraban en textos de ley como “salvajes”.

Orientados por sus Autoridades Tradicionales (Directores Técnicos) como un verdadero equipo de fútbol, han mantenido la unidad en los tiempos difíciles del partido, participaron en la Constitución Política del 1991 con tres representantes que permitieron el reconocimiento de su identidad y otros derechos. Se han organizado gremialmente, han formado a sus líderes para los retos que implican gobernar sus territorios, han restablecido sus prácticas ancestrales para desarrollar debates y deliberaciones que más allá de posiciones contrarias les permitan construir para mantenerse unidos y asumir el reto de proteger la madre tierra. Al igual que en un equipo han desarrollado estrategias y se han mantenido unidos durante el partido.

Hoy, los pueblos indígenas, tienen un conocimiento, una visión de país y un proyecto del Buen Vivir para niños, jóvenes, adultos y adultos mayores; han demostrado una capacidad de gestión que les ha permitido recuperar legalmente sus territorios, gobernarse a sí mismos, administrar sus recursos, diseñar modelos propios de salud y educación. Es por esto que son los gestores del Movimiento Alternativo Indígena y Social-MAIS, una apuesta para fortalecer desde las esferas políticas estas victorias y permitir que estén al alcance de todos los colombianos; son conscientes que aún falta mucho para alcanzar el bien común pero que han avanzado y pueden avanzar más con el apoyo del país.

Con MAIS, “Compromiso de país”, aspiran a seguir construyendo bienestar y compartir ese conocimiento en el escenario político nacional.

Una sincera felicitación para todos los jugadores que hicieron posible este campeonato y muchos más que vendrán, un reconocimiento sincero a este proceso que venía gestándose de tiempo atrás con el apoyo de un líder que sigue luchando desde el Congreso para que “más allá del balón”, se encuentre la paz, la armonía y el goce efectivo de los derechos, y allí encontrarán su mayor victoria los orgullosos descendientes de los pueblos originarios.

Por: Sembradora.