Aida Quilcué es una mujer lideresa de la comunidad indígena nasa de Tierradentro Cauca, perteneciente al Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) ha sido autoridad, exconsejera del CRIC, consejera de derechos humanos y paz de la UNESCO y ahora candidata al Senado de la República por la Circunscripción Especial Indígena.
Desde su niñez se formó en los procesos comunitarios y eso fue lo que poco a poco la llevó a desarrollar dinámicas organizativas a nivel local, regional, nacional y luego internacional, para defender la vida, el territorio y la integralidad de los pueblos.
Su proceso de liderazgo se ha caracterizado por orientar, apoyar y acompañar a las comunidades. En sus primeros pasos estuvo con el programa de salud del Consejo Regional Indígena del Cauca, luego se dirigió al Departamento del Huila, en la creación del Consejo Regional Indígena del Huila, pero además fue presidente de la organización CRIHU.
Entre 2003 y 2009, estuvo al frente del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC). Desde ese cargo, Aída Quilcué encabezó, en 2008, la minga que llevó a miles de indígenas hasta la capital, para hacer llegar su protesta hasta el presidente, en aquel entonces, Álvaro Uribe.
En este heroíco caminar, ha luchado por cesar la guerra en su región, apoyar a las mujeres y generar condiciones de vida dignas, con colegios, centros de salud, abastecimiento de alimentos y respeto por las cosmovisiones de los territorios.
Para esta defensora alegre y valiente, aquellos procesos en los territorios han traído consigo todas las formas de violencia que vive una mujer en el marco político nacional, pues este papel de ejercer de autoridad en los niveles locales a nivel regional le ha traído bastantes hechos victimizantes, dentro de ellos el asesinato de su esposo en el 2008, a manos de las fuerzas militares de Colombia, más de 100 amenazas judicializaciones, señalamientos y estigmatización.
Sin embargo, lo que hace que siga acompañando con mucha fuerza estos procesos es que alrededor de toda esta situación, hay personas muy comprometidas, como la juventud, las mujeres, las organizaciones sociales y la guardia indígena, que han estado firmes a pesar de que han ofrendado la vida. Estos actos son los que la llenan de fuerza para seguir caminando y luchando, por la defensa de la vida, la tenencia de la tierra y la protección del territorio.
Por todo esto, ha sido merecedora del Premio Nacional de Derechos Humanos por toda una vida en la defensa del movimiento indígena en Colombia, un reconocimiento que más allá de lo personal, es un reconocimiento comunitario que le ha permitido aprender, crecer y fortalecer procesos que les permiten seguir defendiendo los derechos humanos.
De manera consecuente, su candidatura al senado por el Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS), surge de una decisión colectiva de las autoridades indígenas del Cauca, para seguir reafirmando los procesos que han venido encaminando en el marco de los Derechos Humanos, la paz, la democracia, el territorio, y el cuidado de la madre tierra.
Para Quilcué, el Senado de la República es uno de los medios para que se generen espacios que le permitan visibilizar la situación no solamente de los pueblos indígenas sino de la sociedad en general, de los pueblos urbanos, campesinos y todos los que coinciden en Colombia, que sufren de manera sistemática diversas violaciones a los derechos estructurales.
Más que propuestas, tiene en mente una política que recoja las distintas iniciativas que se están dando en el país alrededor de las diferentes problemáticas.“Nosotros tenemos la esperanza de que lleguen algunos representantes de carácter alternativo porque en el senado no solamente tengo estar yo, deben haber muchas expresiones alternativas que nos permitan generar esos cambios que espere el país, lógicamente en un período no va haber cambios, se generarán algunos caminos que nos permita seguir Tejiendo a mediano y largo plazo”, menciona.
A su vez, de cara a los próximos comicios considera importante seguir reforzando la pedagogía electoral especialmente a la gente rural para que aprenda a votar, considera fundamental que el voto en blanco no sea el que superé la votación de las verdaderas elecciones.
Para finalizar, Aida considera esencial que en el país hayan muchos testigos electorales que puedan cuidar los votos porque “no olvidemos que de día vota la gente y de noche existe la corrupción y cambian los votos”.